Un nematodo, un pequeño gusano que logró sobrevivir congelado bajo una capa de suelo a temperaturas bajo cero (permafrost) durante 46.000 años, fue descubierto en Siberia, lo que ha sido catalogado como un hito significativo para la comunidad científica. Este hallazgo, reportado en 2023 en la revista Plos Genetics, proporciona evidencia de que estos organismos son capaces de desarrollar mecanismos biológicos que les permiten suspender la vida durante extensos períodos geológicos.
El nematodo fue desenterrado a una profundidad de 40 metros de una madriguera fosilizada. Según un informe del diario peruano La República, esta notable capacidad de resistencia está vinculada a un proceso biológico único denominado criptobiosis, que permite a estos organismos sobrevivir a temperaturas extremadamente bajas durante miles de años.
Características de la criptobiosis
La criptobiosis se define como un proceso biológico que permite a ciertos organismos resistir condiciones ambientales extremas, tales como la desecación, la congelación o la falta de oxígeno. Para adaptarse a estas condiciones adversas, los organismos suspenden sus procesos metabólicos.
La República señala que “cuando el gusano entra en criptobiosis, su metabolismo se ralentiza tanto que casi se detiene por completo, lo que le permite sobrevivir en condiciones que serían mortales para la mayoría de los seres vivos. Cuando vuelve a un ambiente adecuado, el nematodo congelado reanuda su actividad, mostrando una sorprendente capacidad para resistir el paso del tiempo”.
Clasificación y reproducción del nematodo
El nematodo, que ha sido denominado Panagrolaimus kolymaensis, no pertenece a ninguna especie conocida hasta el momento. Se ha determinado que es un triploide, lo que significa que posee tres copias de cada cromosoma. Esto le permite reproducirse a través de la partenogénesis, un proceso de reproducción que no requiere la presencia de un macho, según lo indicado por el matutino.
Implicaciones del hallazgo para la ciencia
El descubrimiento de este nematodo podría tener importantes implicaciones para la comprensión del envejecimiento humano. La capacidad de supervivencia del nematodo durante 46.000 años, basada en procesos celulares, podría ofrecer nuevas perspectivas sobre la ralentización del envejecimiento en relación con la regeneración celular.
Las primeras conclusiones del estudio sugieren que un elemento crucial para la conservación del nematodo fue la producción de trehalosa, un azúcar que protege las células de los daños causados por la congelación.