
Un nuevo análisis de sangre experimental para la enfermedad de Alzheimer podría no solo facilitar su diagnóstico, sino también proporcionar información sobre el progreso de la afección cerebral, según un estudio reciente publicado en la revista Nature Medicine. Esta prueba se centra en los niveles de una proteína denominada MTBR-tau243, que está asociada con la acumulación de ovillos tóxicos de tau en el cerebro, un fenómeno característico de la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores, liderados por el Dr. Randall Bateman, profesor de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, han demostrado que esta prueba puede diferenciar entre las etapas temprana y tardía de la enfermedad en un grupo de personas con deterioro cognitivo.
Detalles del estudio
El estudio se llevó a cabo utilizando un grupo de personas con deterioro cognitivo, lo que permitió a los investigadores distinguir entre las diferentes etapas de la enfermedad. Según el Dr. Bateman, “Este biomarcador identifica claramente los síntomas de demencia y es nuestra mejor medida”. En la práctica clínica actual, existen medidas accesibles para la demencia, pero esta nueva prueba podría proporcionar una indicación más clara para que los médicos decidan qué tratamientos son más adecuados para sus pacientes.
Acumulación de proteínas y diagnóstico
La acumulación de proteínas tóxicas, como la beta amiloide, es una de las características distintivas de la enfermedad de Alzheimer. Estas proteínas comienzan a formar placas en el cerebro, lo que lleva al desarrollo de la enfermedad años después. Los primeros signos de la enfermedad suelen aparecer en un momento en que aún son difíciles de detectar, y los escáneres cerebrales estándar, aunque efectivos, son costosos y requieren tiempo, además de no estar disponibles en todos los centros de atención médica. El Dr. Bateman y su equipo están trabajando en una alternativa más accesible que pueda ser utilizada en la práctica clínica.
Desarrollo de la prueba
La prueba de sangre se desarrolló a partir de datos obtenidos de 108 estadounidenses y 55 suecos, y luego se verificó su precisión en un grupo adicional de 739 personas. Este grupo representaba un rango que incluía desde individuos presintomáticos hasta aquellos con deterioro cognitivo leve, así como cerebros sanos y problemas cognitivos causados por otras enfermedades. Los resultados mostraron que los niveles de la proteína en sangre reflejaban con una precisión del 92% la cantidad de tau en el cerebro de cada persona. Se observó que los niveles eran significativamente altos en aquellos con deterioro cognitivo leve, siendo 200 veces más altos en personas con demencia, mientras que los niveles se mantenían normales en aquellos que no habían comenzado a desarrollar amiloides.
Perspectivas futuras en el tratamiento
La investigadora colíder, Kanta Horie, profesora asociada de investigación, comentó que “Estamos a punto de entrar en la medicina personalizada para el Alzheimer”. Para las etapas tempranas de la enfermedad, las terapias antiamiloides podrían ser efectivas, mientras que para las etapas más avanzadas, se están explorando enfoques experimentales que se centran en la tau. Una vez que esta estadificación esté clínicamente disponible, se espera que los tratamientos puedan optimizarse para satisfacer las necesidades específicas de cada paciente.
Información adicional
El Instituto Nacional sobre Envejecimiento proporciona información sobre los cambios relacionados con la edad y la salud cerebral. Este avance en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de Alzheimer representa un paso significativo hacia la mejora de la atención y el manejo de esta compleja enfermedad.