Las playas de Mar del Plata se han convertido en un destino turístico no solo para las familias, sino también para sus mascotas, que disfrutan del verano junto a sus dueños. Cada vez es más común observar a perros que comparten vacaciones con sus familias, integrándose en diversas actividades. Entre sombrillas y carpas, los canes saltan olas, corren por la orilla y descansan a la sombra, convirtiéndose en los protagonistas de un fenómeno que crece año tras año. Infobae realizó un recorrido por algunos de los sitios de la costa marplatense para dimensionar esta dinámica y hablar con las familias multiespecie que llegan a la playa con sus animales de compañía. La mayoría de los perros parecen adaptarse rápidamente al ambiente costero. Algunos ladran con entusiasmo al ver el agua, mientras que otros caminan con cautela antes de animarse a mojarse las patas. La arena se convierte en un escenario ideal para juegos interminables de todo tipo, y el sonido de las olas junto a las risas de los turistas completan un paisaje que se disfruta sin restricciones.
Espacios amigables para mascotas
Una de las playas más destacadas es Punta Mogotes, específicamente el balneario Ibiza, ubicado en el sector 13, que ha sido diseñado para compartir con mascotas. Este balneario cuenta con pasillos exclusivos y carpas para quienes asisten con animales. Por otro lado, Yes, situada en la zona sur, en Helena Beach, forma parte de la llamada Ruta Dog Friendly Eukanuba. Este espacio tiene características especiales, como una plaza de juegos, sectores higiénicos y una pileta, además de actividades organizadas por personal especializado.
Luciana, quien vino desde Vicente López con su perra Puri, compartió su experiencia con Infobae, afirmando que no es la primera vez que su mascota visita el mar: “Viaja a todos lados, avión, lancha, tren”. Sobre su experiencia en la playa, explicó: “Está feliz. Ahora va a ir a meterse justo. El mar argentino siempre es un desafío. Para mí, estos momentos son parte de los viajes habituales de Puri”.
María Luján, quien vacaciona junto a sus tres perras, Tina, Josefa y Leticia, relató: “Disfrutamos de las playas, ellas están felices porque aman el agua desde hace tiempo”. Según ella, las perras se adaptan bien al entorno y dejan interactuar: “Se pasan jugando de un lado a otro”. Edgardo, que llegó desde Buenos Aires con su perro Tito, comentó que en su carpa tienen “regadores para que se mojen las patitas. Tito está súper contento, conocía la playa y le encantó”. Bachi, un residente de Mar del Plata, llevó a su perrita rescatada China para disfrutar de la playa: “La tenemos desde hace diez meses, así que este es nuestro primer verano con ella. Antes, pensábamos en venir a la playa”. Sobre su vivencia, Bachi aseguró: “China está feliz, absolutamente. Creo que esta nueva etapa marca un cambio en la manera de disfrutar con nuestra mascota”.
Consejos para el cuidado de mascotas en la playa
El veterinario Fernando Catrina, especializado en comportamiento animal, ofreció una serie de recomendaciones sobre el cuidado de las mascotas en la playa. “Los perros habituados pueden reaccionar de forma positiva o negativa, incluso de manera aversiva. Es importante que el propietario sepa leer el lenguaje corporal y trate de interpretarlo. Mantener la calma es fundamental. Si el perro ya ha ido varias veces y le gusta, no hay que obligarlo ni meterlo directamente al agua”, planteó. Catrina enfatizó la importancia de respetar las normas básicas de higiene: “Siempre hay que llevar una bolsita para recoger la materia fecal. En cuanto a la orina, es importante tapar la micción por cuestión de higiene. Y es fundamental llevar agua fresca en un recipiente adecuado para poder suministrarle agua”.
El veterinario también recomendó evitar alimentar a los perros debido al calor y protegerlos del sol: “No hay que exponerlos directamente a los rayos del sol, ya que pueden sufrir insolación o golpes de calor. Mantenerlos debajo de una sombrilla, por ejemplo, es una buena opción. Así, los mantenemos más frescos, al igual que nosotros”. En cuanto a las visitas a la playa, sugirió un enfoque gradual: “Si vamos con un perro, ya sea cachorro o adulto, hay que colocarlo en el mar. Recordemos que ellos observan nuestro lenguaje corporal. Lo que hacemos y decimos es importante. Si nosotros estamos calmados, sentados en la arena, tan lejos o cerca del mar, y escuchamos el ruido de las olas, ellos se habituarán al ruido y al movimiento de las olas”.
Por su parte, el docente Marcelo Zysman explicó que es esencial garantizar el bienestar de las mascotas en un entorno lleno de estímulos variados: viento, olores, sol y la incomodidad de buscar refugio ante la presencia de otros perros. “Definitivamente podemos hacer una analogía con las personas, ya que manifiestan su incomodidad de manera similar. La diferencia es que el perro no elige; muchas veces se ve obligado a adaptarse”, señaló Zysman.
El docente también destacó la importancia de proteger a las mascotas asegurando que tengan un lugar a la sombra. “Los perros transpiran de manera diferente a los humanos; liberan calor a través del jadeo. La exposición a temperaturas altas puede provocar golpes de calor, incluso consecuencias fatales. Es imprescindible que tengan abundante agua”, agregó. Otro consejo que ofreció Zysman es que se debe tener cuidado con la alimentación: “Esto puede causarle gastroenteritis o diarrea. Además, hay que estar atentos a los pescados muertos que puedan encontrar, ya que tienden a ingerirlos y refregarse en ellos, lo que podría causarles heridas por anzuelos o problemas de salud”.
Zysman también destacó la importancia de eliminar cualquier residuo que quede adherido al cuerpo del animal tras la visita a la playa. “Es fundamental enjuagar y limpiar al regresar. La arena acumulada entre los dedos puede causar dermatitis, si se deposita en las orejas, el área perianal, el prepucio o la vulva, puede generar problemas de salud”, dijo. Por último, recomendó que las mascotas estén identificadas, sugiriendo un collar con una chapita que incluya un número de contacto. “No recomiendo poner la dirección o el nombre, basta con un número de contacto para resolver cualquier situación”.
*Fotos: Christian Heit