Luciana Echeverría se distancia de la Red de Actrices de Chile y critica las “funas” en el movimiento feminista

Luciana Echeverría se distancia de la Red de Actrices tras polémica con Valenzuela.
Luciana Echeverría se distancia de la Red de Actrices tras polémica con Valenzuela.

Luciana Echeverría, reconocida actriz chilena, ha decidido distanciarse de la Red de Actrices de Chile, un colectivo del cual fue una de las fundadoras, manifestando que ya no se siente representada por sus acciones. Esta declaración se produce en un contexto donde el actor Gonzalo Valenzuela hizo comentarios en los Premios Caleuche sobre la controversia que enfrentó en 2020, cuando fue criticado por querer colaborar con Roberto Farías, quien en ese momento estaba bajo acusaciones de intento de violación y abuso sexual.

Valenzuela expresó: “Quiero decir una cosa que si no la digo me va a hacer mal. Me gustó mucho y estoy muy feliz de ver a Roberto Farías recibiendo su premio. Nosotros hace un par de años íbamos a estrenar una obra de teatro, pero no pudimos porque fuimos ‘funados’ por nuestra propia gente”. Además, mencionó que este año se conmemoran 20 años del Teatro Mori y que recibieron amenazas de parte de actrices, incluyendo intentos de sabotear la transmisión de un evento.

Desde la Red de Actrices de Chile, se emitió un comunicado en respuesta a las declaraciones de Valenzuela, afirmando: “Anoche, las palabras vertidas con acusaciones relacionadas con ‘compañeras actrices’ no nos aluden directamente, más es importante mencionar que como Red de Actrices de Chile, nuestras acciones jamás han estado en la línea de actos violentos ni amenazantes”. En este comunicado, también se destacó que su misión ha sido “sostener un tejido entre compañeras, en la elaboración de protocolos para proteger y cuidar nuestros espacios de trabajo para actrices, actores y artistas de las artes escénicas; nuestra labor ha sido la lucha por la erradicación de las violencias”.

A través de sus historias en Instagram, Echeverría compartió su postura sobre la situación. En sus publicaciones, aclaró: “Quiero aclarar que hace años ya no pertenezco a la red. Sin embargo, siento la necesidad de abordar un tema importante. Las acciones como denuncias o ‘funas’ que ocurren en silencio no solo debilitan la lucha feminista, sino que también perjudican directamente a las víctimas cuando se enfrentan al sistema judicial, ya que esto afecta a su credibilidad”.

La actriz también mencionó la existencia de una lista negra que circula en varias agrupaciones dentro del ámbito artístico, enfatizando que su intención no es “defender a los hombres”, sino más bien “erradicar el fascismo interno que se disfraza de humanidad”. Echeverría continuó: “Puede que esté equivocada, pero al menos quiero ser honesta en mi perspectiva y hacerme cargo de ser parte de las fundadoras de la Red de Actrices de Chile”.

En relación a las palabras de Valenzuela, Echeverría expresó: “A pesar de haber trabajado para erradicar la violencia de género, siento que es necesario un autoanálisis en torno a cómo se representa a las mujeres ‘víctimas de violencia’”. También reflexionó sobre la dificultad de hablar de violencia desde la distancia, invitando a replantear lo que significa ser parte de La Palabra, un colectivo de actrices.

Echeverría cuestionó: “¿Se sienten realmente representantes de todas las actrices chilenas? Yo, siendo fundadora, no me siento representada hoy”. Agregó que ha habido acciones que la han avergonzado y que la llevaron a distanciarse, incluso cuando intentó establecer un diálogo en asambleas internas.

La actriz concluyó su mensaje recordando una frase que la hace reflexionar: “yo te creo” y sus implicaciones. Echeverría advirtió que la postura de “prefiero apoyar a una supuesta víctima y equivocarme que defender a un violador” ha transformado la acción de un comunicado en un sesgo ideológico, lo que puede debilitar el derecho a la duda y al pensamiento crítico.

Finalmente, Echeverría subrayó la importancia de la libertad y el poder de reflexión para lograr transformaciones sociales, culturales y personales. Reconoció que, aunque existen las funas, también hay falsas denuncias, y que ignorar esta realidad sería irreal.

Echeverría concluyó: “Todos cometemos errores y no quiero quedarme callada ante algo que me parece fundamental. Por eso invito a replantear nuestras acciones para que la lucha feminista no se convierta en un descriterio humano”.