
Las Fuerzas Armadas rusas recuperan el control de localidades en la región de Kursk tras enfrentamientos con tropas ucranianas.
El Ministerio de Defensa de Rusia comunicó el miércoles que las Fuerzas Armadas del país han logrado expulsar a las tropas ucranianas de dos localidades en la región de Kursk, y posteriormente, han recuperado el control de estas áreas. Según el informe diario de guerra emitido por el ministerio, “las unidades de la agrupación militar Séver (Norte) continuaron la ofensiva, en el marco de la cual liberaron Nóvaya Soróchina y Pokrovski”. Ambos lugares, situados al noroeste de Sudzha, habían sido ocupados por las fuerzas rusas desde el inicio del conflicto, pero tras varios meses de combates, fueron recuperados por Kiev el 6 de agosto, cuando las fuerzas ucranianas llevaron a cabo una ofensiva sorpresiva.
A pesar del éxito inicial de esta acción, el desgaste sufrido en las últimas semanas por parte de las tropas ucranianas, en respuesta a las acciones de Moscú, llevó a que estas localidades volvieran a caer en manos del enemigo poco después. El ejército ruso ha difundido videos a través de su canal de Telegram que muestran la llegada a uno de estos pueblos, el cual aparece completamente devastado por los combates y prácticamente desierto. Estas imágenes han sido comparadas con las de otras localidades como Vugledar, Vovtchansk, Avdiivka y Bakhmut, que han estado en la primera línea de ataque durante el conflicto.
Mientras se conocía la recuperación de estas localidades, las autoridades rusas informaron sobre la aprobación para la creación de un nuevo departamento de Reconstrucción y Desarrollo de la Región Fronteriza del Gobierno provincial, cuyo objetivo es restaurar algunos de los órganos ejecutivos del gobierno regional. Sin embargo, Ucrania mantiene una fuerte presencia en la ciudad de Sudzha, donde conserva nueve de sus brigadas en las cercanías de Daryino, Novi Put, Liubímovka y Pléjovo, donde continúan los enfrentamientos.
Además, las fuerzas ucranianas siguen llevando a cabo ofensivas sobre puntos estratégicos rusos, lo que les permite debilitar la fuerza del enemigo. Por ejemplo, en la madrugada de este miércoles, sistemas de drones ucranianos alcanzaron un depósito de armamento en la región rusa de Briansk, que contenía “decenas de miles de municiones” y almacenaba artillería variada, incluidos misiles iraníes que posteriormente serían utilizados contra Ucrania. Desde Kiev, se celebró que estas acciones están “socavando el potencial ofensivo enemigo y nos acercan a la victoria”.
En medio de esta situación, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky recibió la noticia de que la Unión Europea finalmente ha aprobado el uso de activos rusos congelados para asistir a Ucrania. Según un comunicado emitido, la UE aportará hasta 35.000 millones de euros en préstamos, de los 46.500 millones que se habían pactado con los socios del G7, para financiar los intereses del dinero congelado en cuentas europeas. Este paquete fue acordado a nivel de embajadores, aunque aún debe ser refrendado por los ministros y el Parlamento europeo. El propio presidente ucraniano ha valorado esta medida como “un gran paso adelante” en el contexto de la guerra que ya lleva casi tres años.