En un nuevo episodio de La Fórmula Podcast, Joaquín Navajas, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella e investigador del CONICET, aborda la naturaleza cambiante de los valores y principios morales, los cuales no son fijos y pueden variar según el contexto y las interacciones sociales. Además, analiza cómo la polarización y la segregación se ven intensificadas por las redes sociales, que utilizan algoritmos para promover opiniones similares y fortalecer la extremización de las posturas. También reflexiona sobre la experiencia emocional y la memoria, así como el impacto de los recuerdos y las experiencias emocionales, ya sean de felicidad o de dolor. El episodio completo está disponible en Spotify y YouTube.
Perfil de Joaquín Navajas
Joaquín Navajas es profesor e investigador en la Escuela de Negocios de la UTDT y en el CONICET. Se graduó como licenciado en Ciencias Físicas en Buenos Aires y obtuvo su PhD en Neurociencia en la University of Leicester, en el Reino Unido. Entre 2014 y 2017, fue postdoctorado en el Institute of Cognitive Neuroscience en University College London, una de las universidades líderes en neurociencia a nivel mundial. Sus investigaciones se centran en entender los sesgos en la toma de decisiones, el comportamiento en equipos de trabajo y los procesos cognitivos relacionados con la política. Ha publicado en revistas académicas reconocidas y ha participado como orador y consultor en numerosos congresos. Actualmente, dirige un laboratorio en la UTDT y lidera programas de Educación Ejecutiva.
La ciencia del comportamiento
Joaquín Navajas explica que la ciencia del comportamiento surge de la combinación de tres disciplinas: la psicología experimental, que estudia la mente humana; la psicología cognitiva, que investiga lo que sucede en el cerebro humano cuando sentimos, pensamos y tomamos decisiones; y la economía, que se centra en cómo los seres humanos eligen. En este contexto, se plantea la cuestión del sesgo cognitivo, que se refiere a las numerosas ideas que provienen de la literatura clásica sobre cómo los humanos, a pesar de ser considerados agentes económicos racionales, a menudo se desvían de esos postulados teóricos.
Navajas señala que, a menudo, las decisiones que tomamos no son las más óptimas y que, en realidad, somos impredecibles. Esto implica que cada individuo tiene su propia forma de decidir, y que, a nivel colectivo, se pueden observar patrones comunes, aunque también existen diferencias individuales significativas.
Errores en la toma de decisiones
El profesor Navajas menciona que los errores en la toma de decisiones pueden tener un propósito biológico. A lo largo de la evolución, ciertos errores en la elección pueden haber tenido un valor adaptativo. Por lo tanto, es importante no subestimar el rol que estos errores pueden jugar en la toma de decisiones. Se pueden observar sesgos en la toma de decisiones, especialmente en situaciones donde la respuesta correcta es universalmente aceptada, pero que, sin embargo, muestran inconsistencias matemáticas en nuestras elecciones.
Un ejemplo que se menciona es la preferencia por recibir 500 dólares hoy en lugar de 550 dentro de un año, lo que podría reflejar una ansiedad económica. Este tipo de sesgo se relaciona con la tendencia humana a preferir recompensas inmediatas, lo que ha sido demostrado matemáticamente.
Factores que influyen en los sesgos
Los sesgos en la toma de decisiones dependen de diversos factores, incluyendo el contexto y la persona. En el ámbito familiar, por ejemplo, se observa que la confianza excesiva en las propias habilidades puede llevar a errores significativos. Esto se ejemplifica con el caso de alguien que, al aprender a tocar el piano, puede llegar a creerse un pianista profesional sin haber alcanzado ese nivel de habilidad.
Navajas también menciona que, en situaciones de interacción social, las personas tienden a buscar la confirmación de sus propias creencias, lo que puede llevar a un autoengaño. Este fenómeno se ve reforzado por la atracción hacia la similitud, donde las personas se sienten bien al interactuar con aquellos que piensan de manera similar.
Memoria y emociones
El profesor discute cómo las emociones, incluso las más básicas, como la felicidad o la tristeza, están reflejadas en nuestros recuerdos. Se tiende a sobreestimar las emociones más recientes y a olvidar las experiencias pasadas. Por ejemplo, al recordar unas vacaciones en un lugar paradisíaco, las personas pueden enfocarse en capturar el momento en lugar de disfrutarlo plenamente, lo que puede afectar su capacidad de recordar la experiencia de manera objetiva.
Impacto de las redes sociales
Navajas también aborda el impacto de las redes sociales en la polarización de las opiniones. Las plataformas están diseñadas para explotar la naturaleza humana, lo que provoca que las personas se aíslen en burbujas de opinión. Esto puede llevar a una radicalización del pensamiento, donde las personas se sienten atraídas por versiones extremas de la realidad. Este fenómeno se ha magnificado en la actualidad, donde el acceso inmediato a información similar puede reforzar creencias y opiniones, contribuyendo a la polarización social.
La moralidad y su evolución
El profesor concluye que la moralidad no es inamovible y que, a lo largo del tiempo, las normas y conductas pueden cambiar. Se menciona que, en el pasado, ciertas actitudes eran consideradas normales y que, con el tiempo, han llegado a ser vistas como inaceptables. Este cambio en la percepción moral puede ser difícil de entender, pero es un reflejo de la evolución de las creencias y valores en la sociedad.
Navajas enfatiza que, a pesar de las diferencias de opinión, es posible encontrar puntos en común y que el diálogo puede ser una herramienta poderosa para superar divisiones. Se sugiere que, al sentarse a conversar y tratar de entender las posturas del otro, se puede aumentar la probabilidad de llegar a un acuerdo, lo que es fundamental en un mundo donde las diferencias parecen ser cada vez más marcadas.