¿Qué secretos esconde el redescubrimiento de la primera colonia inglesa en Bermuda?

Descubre los secretos de la Isla Smith y el inicio de la colonización inglesa.
Descubre los secretos de la Isla Smith y el inicio de la colonización inglesa.

Un rincón olvidado de la historia colonial británica emerge entre los arbustos de la Isla Smith, en Bermuda. Las excavaciones lideradas por Michael Jarvis, historiador y arqueólogo de la Universidad de Rochester, sacaron a la luz vestigios de un asentamiento inglés fundado en 1612. Esta pequeña comunidad, que languideció con el pasar del tiempo, es ahora objeto de interés académico y revela detalles clave sobre los primeros intentos ingleses de colonizar el “Nuevo Mundo” y su influencia en el desarrollo económico y social de las Américas. Debido a estos recientes hallazgos, la revista Smithsonian produjo un artículo dedicado a la investigación.

Descubrimientos arqueológicos en la Isla Smith

En un terreno cubierto de espesa vegetación, herramientas de arqueología tradicional se combinaron con cadenas motosierras para despejar el área donde, según Jarvis, se ubicó la primera colonia inglesa en Bermuda. Entre los hallazgos iniciales se encuentran fragmentos de cerámica del siglo XVII y pipas de arcilla, que son indicadores claros de una ocupación temprana en la isla. Este asentamiento es significativo para entender cómo se trazaron modelos de colonización que luego se replicarían en Norteamérica y el Caribe.

Historia del asentamiento

El redescubrimiento del pasado de esta colonia se remonta a julio de 1612, cuando una expedición a bordo del Plough desembarcó una mezcla de hombres, mujeres y niños. Según los registros de la época, los colonos encontraron un entorno fértil y recursos abundantes que habían sido aprovechados previamente por tres náufragos de la flota Sea Venture, conocidos como los “tres reyes de Bermuda”. Estas provisiones fueron fundamentales para la subsistencia inicial, y las primeras construcciones incluían almacenes, una iglesia y pequeñas residencias dispersas por el área.

Pese a esto, el establecimiento tuvo una vida breve; la falta de agua potable y tierras cultivables adecuadas llevó al traslado a la isla vecina de Saint George, que se convertiría en la capital durante los siguientes dos siglos. Este cambio marcó el fin del asentamiento, dejando el área relegada al olvido, lo que enfatiza la relevancia de estas excavaciones para reconstruir el contexto local y comprender patrones más amplios de la colonización inglesa.

Investigaciones arqueológicas y su importancia

“Es absolutamente necesario descifrar el lugar exacto de este asentamiento; por sí solo, no puede ayudarnos”, aseguró Jarvis, conocido por su trabajo en Jamestown (Estados Unidos), considerado uno de los descubrimientos más importantes de la América colonial. Las investigaciones arqueológicas son una labor pionera que ha sido encabezada durante la última década, buscando identificar el asentamiento original de 1612, cuya ubicación y características permanecían sin documentación cartográfica.

El desafío de rastrear sus restos radica en la ausencia de evidencia documental, lo que convierte a la arqueología en la única herramienta capaz de arrojar luz sobre este enigma histórico. Para localizar los restos de la colonia, el equipo empleó tecnologías modernas como el radar de penetración terrestre. Este dispositivo permitió identificar depresiones en el lecho de piedra caliza, posiblemente causadas por postes de madera que sostenían las estructuras del asentamiento. Este método se complementó con herramientas manuales como cepillos y cucharas, esenciales para excavar cuidadosamente los delicados restos enterrados.

Hallazgos significativos y su contexto

Entre los destacados hallazgos se encuentran agujeros circulares que denotan la presencia de postes, que estaban hechos con la técnica de “entramado y recubrimiento”, común en asentamientos como el de Plymouth. El uso de esta técnica, que perforaba profundamente la blanda caliza, dejó marcas claras que han sido observadas en otros sitios coloniales, facilitando la identificación de los restos. La excavación también reveló elementos de la vida cotidiana de los colonos, como un horno utilizado para cocinar carne y pan, así como restos de jabalíes y tortugas, que indican el consumo de fauna antes de que estos animales desaparecieran debido a la explotación por parte de los colonos. Estos indicios ayudan a comprender cómo los habitantes aprovecharon los recursos durante los años de ocupación.

Mark Horton, un británico que trabaja en el sitio perdido de Roanoke en Carolina del Norte, considera que este es “un descubrimiento verdaderamente significativo que contribuirá al estudio de los primeros asentamientos en el Caribe”. Por su parte, Carla Pestana, historiadora de la Universidad de California en Los Ángeles, destacó en un diálogo que “Bermuda se convirtió en un modelo de plantación exitoso, fundamental para la expansión británica”. Estos hallazgos enriquecen el conocimiento sobre los años de la base colonial y establecen conexiones históricas y arqueológicas que demuestran cómo Bermuda abasteció de alimentos y materiales a las colonias de los Estados Unidos, un vínculo crucial en un contexto de mayor precariedad en Virginia.