Los incendios forestales que se propagan rápidamente están superando los esfuerzos de los equipos de bomberos para contenerlos, volviéndose cada vez más comunes en el oeste de Estados Unidos, según un estudio reciente. La velocidad a la que se producen estos incendios podría ser un factor más importante que su tamaño cuando se trata de la amenaza que representan para las personas y la propiedad, afirman los investigadores. “Oímos hablar de megaincendios debido a su tamaño, pero si queremos proteger nuestros hogares y comunidades, realmente debemos apreciar y prepararnos para la rapidez con la que se mueven los incendios”, declaró la autora principal del estudio, Jennifer Balch, profesora asociada de geografía en la Universidad de Colorado Boulder. Su equipo publicó sus hallazgos en la edición del 24 de la revista Science.
Incendios forestales y su creciente velocidad
El nuevo incendio que inspiró el estudio, conocido como el incendio Marshall, quemó 1,000 acres en el condado de Boulder, Colorado, en diciembre de 2021. Aunque no era un incendio gigantesco (terminó abarcando alrededor de 6,100 acres), los fuertes vientos y las condiciones secas permitieron que el fuego avanzara rápidamente, lo que llevó a los bomberos a tener dificultades para contenerlo. Este incendio solo tardó menos de una hora en saltar a una ciudad a 3 millas de distancia, lo que provocó la evacuación inmediata de 10,000 residentes, según la investigación.
En 2018, el Camp Fire se destacó por su rapidez al atravesar y destruir rápidamente la ciudad californiana de Paradise. Este incendio quemó 150,000 acres, obligó a 52,000 personas a evacuar y destruyó 18,000 estructuras, además de causar la muerte de 85 personas que no pudieron salir a tiempo.
Aumento de incendios rápidos
El estudio encontró que tales eventos cataclísmicos podrían estar en aumento. Balch y su equipo obtuvieron datos satelitales para rastrear las tasas de crecimiento de incendios en 60,000 incendios en los Estados Unidos contiguos entre 2001 y 2020. “Hasta ahora, teníamos información dispersa sobre el disparo de incendios”, explicó la coautora Virginia Iglesias, directora interina del Laboratorio de Tierra de la universidad. “Aprovechamos las observaciones de teledetección para aprender sobre el fuego en el país de manera sistemática”.
El enfoque del estudio se centró en los incendios que se expandieron más de 4,000 acres por día. Se descubrió que estos “incendios rápidos” han aumentado un 250% en las últimas dos décadas en los Estados Unidos. Aunque estos incendios pueden ser mortales y destructivos, se mostró que los incendios rápidos fueron responsables del 88% de todas las casas destruidas en 2020, a pesar de que representaron solo el 10% de los incendios registrados durante ese periodo.
Los incendios que llevaron a la destrucción de 100 o más estructuras generalmente tuvieron un crecimiento de 21,000 acres por día. “Estos resultados cambian la forma en que pensamos sobre el riesgo de incendios forestales, porque posicionan la tasa de crecimiento como un determinante clave del potencial destructivo de un incendio”, comentó Iglesias en un comunicado de prensa.
Preparación y respuesta ante incendios forestales
Con este conocimiento, los investigadores sugieren que “debemos centrarnos en lo que podemos hacer para preparar a las comunidades: reforzar y elaborar planes sólidos” frente a incendios que se propagan rápidamente. En este momento, la mayoría de las agencias gubernamentales y compañías de seguros incluyen la velocidad de propagación en sus modelos de riesgo, anotaron los investigadores. Sin embargo, “cuando se trata de salvaguardar la infraestructura y orquestar evacuaciones eficientes, el tamaño podría ser un factor crítico”, añadió Iglesias.
La Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) ofrece consejos para que las familias se preparen ante el riesgo de incendios forestales.