
Hermógenes Conache, conocido como Hermógenes Henríquez, es un comediante chileno que ha dejado una huella significativa en el ámbito del humor en su país. Su trayectoria se ha visto marcada por momentos memorables, especialmente su participación en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, donde su actuación generó una de las mayores polémicas en la historia del certamen. En un contexto donde el humor había sido suprimido un año antes, la invitación a Conache adquirió una relevancia especial. Su debut en el festival se produjo en un ambiente tenso, donde el público ya había mostrado su aversión hacia el humor, como se evidenció en la breve actuación de Ronco Retes, quien fue despedido en menos de dieciséis minutos.
Trayectoria de Hermógenes Conache
Conache, originario de Concepción, había acumulado una experiencia considerable en el circuito humorístico chileno antes de su llegada a Viña. Con casi una década de trayectoria, su carrera despegó tras una exitosa presentación en el Festival del Huaso de Olmué en 1979, lo que le permitió aparecer en programas de televisión como los estelares de Don Francisco y Enrique Maluenda. Su deseo de actuar en Viña se había gestado desde 1971, cuando presenció la actuación del comediante argentino Edmundo “Bigote” Arrocet, lo que lo inspiró a seguir sus pasos.
En 1984, logró convencer al director de TVN, Sergio Riesenberg, para que lo incluyera en el festival. Su debut se llevó a cabo el segundo jueves de febrero, y su entrada fue explosiva, con una serie de chistes cortos que rápidamente conquistaron al público. Conache compartió anécdotas sobre su infancia, destacando su origen humilde y la vida en una familia numerosa, lo que generó risas y aplausos entre los asistentes.
La actuación polémica
Sin embargo, la rutina de Conache pronto se tornó controvertida. Uno de los momentos más recordados fue su interpretación del personaje Soapisa, un vendedor de sopaipillas que se presentaba de manera peculiar. Conache comenzó su relato introduciendo a Soapisa, y a medida que su actuación avanzaba, el tono se volvía más atrevido. A pesar de que el público disfrutaba de su actuación, Sergio Riesenberg decidió interrumpir la transmisión, priorizando una entrevista con el cantante Sebastián y una tanda de comerciales, lo que generó una censura sin precedentes en el festival.
Riesenberg justificó su decisión al calificar la rutina de “grosera” y “de mal gusto”, lo que desató una intensa polémica en los medios. A pesar de la controversia, la interrupción de su actuación no afectó negativamente la carrera de Conache. Por el contrario, su popularidad creció, y sus contratos para eventos se multiplicaron. Su rutina completa se convirtió en un éxito en formato cassette, y su nombre se mantuvo presente en la televisión chilena.
Impacto y legado
Años más tarde, Conache reflexionó sobre la censura que sufrió, afirmando que “que me hayan cortado de la tele fue lo mejor que me hubiese pasado”. Reveló que la decisión de cortar la transmisión había sido influenciada por un militar que temía que el comediante hiciera chistes sobre Augusto Pinochet. A pesar de la controversia, Conache regresó al festival en 1991, donde su actuación fue aclamada y se llevó a cabo con seis bises, y nuevamente en 2013, describiendo su regreso como “un regalo de Dios”. En ambas ocasiones, fue recibido con gran entusiasmo, consolidando su lugar en la historia del humor chileno.