Ariel Dorfman reflexiona sobre la adaptación de Cien años de soledad y la visión de García Márquez

Reflexiones de Ariel Dorfman sobre la adaptación de Netflix de García Márquez.
Reflexiones de Ariel Dorfman sobre la adaptación de Netflix de García Márquez.

El escritor y activista argentino Ariel Dorfman ha planteado una reflexión sobre la reciente adaptación de la obra Cien años de soledad de Gabriel García Márquez en una serie de Netflix. En su columna de opinión publicada en El País, Dorfman, quien tiene 82 años y comparte nacionalidad con Chile y Estados Unidos, aborda un tema crucial en la historia de la literatura y su relación con el cine. Es conocido que García Márquez siempre se opuso a la realización de una adaptación audiovisual de su novela, lo que añade un contexto interesante a la discusión actual.

Dorfman recuerda que tras la muerte de García Márquez, se generó una gran expectativa en torno a la posibilidad de llevar a la pantalla su obra maestra. En su artículo, el autor de Cómo leer al pato Donald relata una anécdota que tuvo lugar en Roma, donde se encontraban presentes figuras literarias como Julio Cortázar, Roberto Matta, Rafael Alberti y María Teresa León. Durante una reunión, el cineasta brasileño Glauber Rocha preguntó sobre la posibilidad de que la obra de García Márquez pudiera tener una adaptación cinematográfica.

Dorfman recuerda que la respuesta de García Márquez fue sorprendente por su vehemencia, ya que el autor solía hablar con tranquilidad. “¡Nunca!“, exclamó García Márquez. “Sintetizar esa historia de siete generaciones de los Buendía, de toda mi país y de América Latina, realmente de la humanidad, ¡imposible! Solo los gringos tienen recursos para ese tipo de superproducciones. Ya he recibido ofertas: proponen epopeyas de dos horas, tres horas de duración. ¡Y en inglés! Imagínate a Charlton Heston fingiendo ser un macondiano en una jungla falsa… ¡Ni muerto!”, relató el autor.

García Márquez continuó explicando que, aunque le ofrecieron ser parte del equipo de guionistas y tener control sobre la producción, lo consideraba una “aberración“. “Intraducible a otro medio. Demasiado… literario… muerto!“. Dorfman se pregunta qué sucedió en ese momento que impedía acceder a una adaptación.

El autor argentino señala que varias de las objeciones planteadas en aquella remota trattoria han sido abordadas en la serie actual: se ha filmado íntegramente en castellano en diversas zonas de Colombia, con actores principalmente anónimos y aficionados, lo que ha sido digno de elogio por su fidelidad al texto original. La cinematografía, el reparto atento y los bellísimos paisajes logran crear algunas escenas imperecederas que parecen haber salido directamente de la imaginación del autor.

Sin embargo, Dorfman sostiene que “le falta algo esencial” a la adaptación. Se pregunta qué es eso que falta y argumenta que si la novela fuera solo una trama enrevesada con incidentes fascinantes y exóticos, la transferencia podría calificarse como exitosa. Pero, según él, la obra es, ante todo, una proeza del lenguaje, revolucionaria en cuanto cuestiona la forma en que entendemos el mundo habitual. Desde la primera línea icónica, la novela contiene una estrategia singular para transmitir la epopeya de nuestra especie, con una potencia que cambió el curso de la literatura del siglo XX.

Dorfman menciona que la perspectiva irremplazable de García Márquez no ha podido ser capturada en su totalidad en la serie, y da varios ejemplos que aluden a cómo “crea un efecto opuesto a lo que logra de manera tan asombrosa“. A pesar de esto, el autor defiende la decisión de los hijos y herederos de García Márquez de publicar la adaptación, a pesar de la voluntad expresa del autor de no hacerlo en vida.

Dorfman concluye que “Gabo estaría complacido, creo, por la dignidad otorgada a sus amados y falibles Buendía“. Además, menciona que “millones de personas adicionales serán llevadas a este regalo extraordinario que nos sigue llegando desde las problemáticas rebeldes de la humanidad“.