“El Agente Topo”: conmovedor documental sobre la soledad y abandono de los ancianos en Chile

La película de Maite Alberdi, un hibridaje entre género documental y de ficción, revela con talento que emociona la realidad que viven miles de personas de la tercera edad a partir de un registro muy inteligente.

“El Agente Topo” (2020) es la cuarta película documental dirigida por Maite Alberdi. Se trata, a mi modo de ver, de un filme híbrido entre los géneros documental y de ficción, mediante un guión inteligente, que alcanza momentos muy emotivos en el retrato de la soledad y el abandono que experimentan miles de adultos de la tercera edad en Chile.

La historia de la película se origina en el personaje de Rómulo Aitken, un detective que tiene una empresa de investigaciones privadas, al que una clienta le encarga investigar la casa de reposo donde vive su madre, pues sospecha que la maltratan en el lugar. Rómulo decide entrenar a Sergio Chamy, de 83 años y que jamás ha trabajado como detective, para vivir una temporada como agente encubierto en el hogar. Ya infiltrado, le cuesta asumir su rol de topo y se transforma en un anciano más al interior de la casa de reposo.

Planteo que es una película de género híbrido pues la producción del filme, si bien es un registro documental y sin actores, implicó el reclutamiento de un adulto mayor- selección que se esboza brevemente al inicio del largometraje-, y se le asignaron tareas para realizar la investigación como agente encubierto. En ese sentido, me recuerda al método de investigación de la observación participante, que emplean algunas ciencias sociales en la recopilación de datos.

La calidad de agente encubierto de Sergio y su trabajo de detective como tal son reales, incluso en un momento del filme hay una conversación entre Sergio, una de sus hijas (que se hace responsable por él en esta empresa) y Rómulo sobre los posibles riesgos de este trabajo. También interviene en este diálogo, como voz en off, la misma Maite Alberdi, quien le aclara a la hija de Sergio que en la casa de reposo ya han iniciado las filmaciones y que, de antemano, han advertido al personal de ésta que se centrarán en uno de los ancianos en el registro, persona que se definirá durante el transcurso del rodaje.

Sin embargo, pese a que no hay actores ni un libreto estricto, el condicionamiento de la historia con la actividad de agente encubierto de Sergio implica un rol que debe asumir el protagonista del filme, por lo que considero a “El Agente Topo” de un género híbrido. Ahora bien, esta característica, lejos de ser un reparo, es un ingrediente muy original y efectivo en la dirección de la película.

El filme de Alberdi transita desde el humor con ternura, al constatar las dificultades de Sergio para aprender la tecnología necesaria para ejercer su rol de investigador privado y por la inocencia de algunos ancianos al interior del hogar (aquí cumple un papel muy efectivo la música de Vicente van Warderdam), a la amenidad con las primeras interacciones del Agente Topo en su desempeño- cuando empieza a sentirse un adulto mayor más en la casa de reposo y nos interiorizamos como espectadores de detalles de su historia y personalidad-, para adentrarnos a escenas que retratan la soledad y abandono de los ancianos, que son representativas de una realidad que viven miles de personas en Chile. Es en estas últimas donde la película conmueve, emociona hasta las lágrimas con un sentimiento de pena y lástima por esta vulneración de que sufren las personas mayores, y que el sistema social no resuelve de forma adecuada, sino que más bien la situación queda a merced de el azar en la vida de cada uno de estos ancianos.

En este sentido, “El Agente Topo” también es un filme de denuncia social, pero de forma muy sutil y emotiva.

La dirección de Maite Alberdi combina el registro de la cámara de Pablo Valdés con imágenes de la microcámara que Sergio activa, en ciertos momentos, oculta en unos lentes que le facilita Rómulo para espiar al interior del hogar. Asimismo, la directora se nutre de imágenes simbólicas para imprimir sellos connotativos a ciertas escenas del filme (destacan las tomas fijas de figuras religiosas, santos y virgencitas de porcelana).

En cuanto a los énfasis del guión, hay momentos memorables en su ternura como las secuencias en que se evidencia el enamoramiento de Berta, una anciana interna, hacia Sergio. Otros, como las escenas en que el Agente Topo muestra su disgusto hacia las órdenes y el trato de Rómulo en sus conversaciones, principalmente por teléfono en mensajes de audio y videollamadas, que imprimen tensión al filme. Sin duda, las más emotivas, y que concentran el significado más profundo del filme, son las escenas de contención emocional que brinda Sergio a ciertas mujeres mayores que sufren en la casa de reposo y su involucramiento afectivo con sus pares al interior del hogar.

“El Agente Topo” es una excelente propuesta fílmica que alcanza niveles emotivos profundos y conmovedores, de una dirección inteligente y muy efectiva, que aborda una temática social muy relevante. Un gran hito dentro de la historia del cine chileno.


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