
Desde hace décadas, la dieta mediterránea ha sido reconocida por su capacidad para mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades metabólicas como la diabetes y la obesidad. Sin embargo, cada vez más estudios destacan su impacto positivo en la función cerebral y en la prevención de enfermedades neurodegenerativas. Este patrón de alimentación se basa en el consumo abundante de frutas frescas, verduras, cereales integrales, grasas saludables como el aceite de oliva y una ingesta moderada de pescado. Según la dietista Lauren Manaker, esta combinación de nutrientes contribuye significativamente a la salud cognitiva, mejorando la memoria y reduciendo el riesgo de Alzheimer. Se estima que el cerebro consume aproximadamente el 20% de la energía diaria del cuerpo, lo que hace fundamental que la elección de alimentos aporte los nutrientes esenciales para su correcto funcionamiento.
En este sentido, la dieta mediterránea proporciona un alto contenido de antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y polifenoles, compuestos que han demostrado ser clave en la protección de las células cerebrales contra la inflamación y el estrés oxidativo. Un ejemplo de un snack saludable que se alinea con esta dieta es el bol de ricota con frutos rojos. Las heladeras representan una parte significativa de la ingesta calórica diaria, por lo que elegir opciones nutritivas es esencial para mantener el equilibrio en la dieta. Esta preparación sencilla combina ingredientes ricos en beneficios para el cerebro, incluyendo: frutos rojos, ricota baja en grasa, cereal de grano entero y nueces. Este snack no solo ofrece una opción saciante y nutritiva, sino que también favorece el mantenimiento de las funciones cognitivas a corto y largo plazo.
Los beneficios de esta dieta requieren un suministro constante de oxígeno a través de la sangre para funcionar correctamente. Los flavonoides presentes en las bayas favorecen la salud vascular al mejorar la circulación sanguínea y fortalecer los vasos sanguíneos. Esto permite un mejor transporte de nutrientes hacia las neuronas, promoviendo su óptima función. Cuando se trata de mantener vasos sanguíneos sanos, las bayas son una excelente opción. “El flujo sanguíneo vascular garantiza un adecuado suministro a los tejidos cerebrales”, afirma Angela Konegni, propietaria de Radish Nutrition. La inflamación crónica es un factor de desarrollo de enfermedades como el Alzheimer, la demencia y la depresión. Los antioxidantes presentes en las nueces ayudan al cerebro, protegiendo las neuronas del daño causado por procesos inflamatorios prolongados. El estrés oxidativo ocurre cuando hay un desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad de neutralizarlos con antioxidantes. Este proceso puede dañar las células y contribuir a la aparición de enfermedades neurodegenerativas. Las nueces son fuentes ricas en vitamina E, que protege contra el estrés oxidativo, ayudando a preservar la estructura celular a lo largo del tiempo.
El intestino está conectado al eje intestino-cerebro, un sistema de comunicación bidireccional que influye en la salud mental y emocional. La fibra y los prebióticos presentes en los cereales integrales favorecen el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas, lo que se traduce en la producción de neurotransmisores y en una reducción sistémica de sustancias químicas responsables del funcionamiento cognitivo. Estos neurotransmisores son esenciales para la memoria, la concentración y el estado de ánimo. Además, el calcio es crucial para la transmisión de señales cerebrales, optimizando así la actividad neuronal.