Ñuble, Los Ríos y La Araucanía: ¿por qué están tan rezagadas en empleo?

Ñuble
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La desocupación en el país alcanzó un 8,9% durante el trimestre comprendido entre junio y agosto, según el informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Este dato representa una buena noticia, ya que se trata de la sexta disminución consecutiva tras un periodo de 16 meses de incrementos. Sin embargo, esta cifra oculta una realidad más compleja. David Bravo, director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, realizó un análisis que indica que, en el último periodo de medición, ha aumentado el número de empleos que deben recuperarse para alcanzar la tasa de ocupación prepandemia, que era del 58,2%. Actualmente, la tasa de ocupación se sitúa en un 56,3%, lo que significa que aún quedan cerca de 308 mil empleos por recuperar. Esta cifra es considerable y, según Bravo, requiere la atención de las autoridades competentes.

Al examinar la situación por regiones, se observa que algunas localidades del país están significativamente rezagadas en sus niveles de recuperación. Por ejemplo, en el trimestre que abarca de diciembre de 2019 a febrero de 2020, la región de Ñuble tenía una tasa de ocupación del 56,5%. Sin embargo, en la actualidad, esta tasa ha caído al 48,1%, lo que representa una brecha de empleos del 14,9%, equivalente a aproximadamente 35 mil empleos. Este porcentaje es el más alto del país. Otras regiones que también presentan brechas significativas son Los Ríos y La Araucanía, con brechas de recuperación del 13,3% y 11,2%, respectivamente, lo que se traduce en 27 mil y casi 52 mil empleos pendientes de recuperación.

En cuanto a la situación sectorial, Bravo señala que de las 16 regiones del país, 14 presentan brechas de recuperación. Las razones que podrían explicar este escenario incluyen una alta incidencia de los problemas que han afectado al empleo en los sectores de agricultura y construcción. Bravo destaca que “uno de los sectores que está más rezagado es por lejos la agricultura”, lo que ha impactado especialmente a las regiones del centro del país, como Ñuble, Los Ríos y La Araucanía.

Un caso particular es el de la región del Biobío, que antes de la pandemia tenía una tasa de ocupación del 52,8% y actualmente se sitúa en un 51,2%, lo que implica una brecha del 3%, equivalente a cerca de 22 mil empleos. Aunque esta cifra puede parecer baja, Bravo advierte que podría aumentar en los próximos meses debido a problemas que han enfrentado algunas empresas de la zona, como el cierre de Huachipato. “La cifra de empleos que se debe recuperar ha ido aumentando paulatinamente en la región. Hace unos tres meses se requerían 12 mil empleos, luego 16 mil y ahora vamos en cerca de 22 mil. Y con el tema de Huachipato, probablemente esto se va a ir incrementando más”, sostiene Bravo.

Por otro lado, hay dos regiones que han mostrado un superávit en la recuperación de empleos, lo que significa que han creado más trabajos de los necesarios para alcanzar los niveles prepandemia. Estas regiones son Tarapacá y Atacama. Bravo también menciona a Antofagasta, que aunque actualmente presenta un déficit, en meses anteriores mostró niveles de superávit. En estas regiones, las inversiones en minería han tenido un impacto positivo en el crecimiento del empleo. Bravo afirma que “cuando miramos el empleo minero y miramos la actividad minera, esta ha empujado el carro del crecimiento”.

Desde la perspectiva de Bravo, estos datos subrayan la necesidad de que el Ejecutivo considere la implementación de ayudas focalizadas en ciertas regiones para fomentar la creación de nuevos empleos. “Si uno tiene en cuenta el diagnóstico, se podría evaluar medidas focalizadas. Tal como existían los IFE laborales, que eran incentivos para la contratación, se podría evaluar medidas que ayuden a empujar según la realidad de cada región”, sugiere.