Daño en el tronco encefálico: clave en los efectos del COVID prolongado según estudio

El daño en el tronco encefálico podría ser clave en el COVID prolongado.
El daño en el tronco encefálico podría ser clave en el COVID prolongado.

Investigaciones recientes sugieren que el daño en el tronco encefálico podría ser un factor clave en los síntomas físicos y psicológicos del COVID prolongado.

Un estudio reciente sugiere que el daño en el tronco encefálico podría ser la causa de los efectos físicos y psicológicos asociados con el COVID prolongado. Investigadores llevaron a cabo escáneres cerebrales en 30 pacientes que experimentaron síntomas prolongados y encontraron que presentaban daños en regiones del cerebro vinculadas a la falta de aire, la fatiga y la ansiedad. Estos hallazgos fueron publicados en la edición del 7 de la revista Brain.

James Rowe, investigador colíder y principal del Departamento de Neurociencias Clínicas de la Universidad de Cambridge, comentó: “El tronco encefálico es una caja de unión crítica entre nuestro yo consciente y lo que sucede en nuestros cuerpos”. Rowe añadió que “la capacidad de ver y comprender cómo cambia la respuesta a COVID-19 ayudará a explicar y tratar el largo plazo de manera más efectiva”.

Los estudios post-mortem realizados en personas que fallecieron debido a complicaciones graves al inicio de la pandemia mostraron cambios en su tejido encefálico, lo que respalda la investigación actual. Rowe señaló: “Las personas que estuvieron muy enfermas presentaron síntomas duraderos, probablemente causados por una respuesta inmunitaria al virus. Pero medir eso en personas vivas es difícil”.

El equipo de investigación utilizó máquinas de resonancia magnética de alta potencia, conocidas como máquinas de tesla, para investigar cómo la infección causaba inflamación en múltiples regiones del cerebro. Las anomalías observadas aparecieron varias semanas después de la admisión hospitalaria y generalmente estaban asociadas con problemas en el control de la respiración, según apuntaron los investigadores.

La Dra. Catarina Rua, investigadora colíder y postdoctoral, destacó que “vemos que las partes del cerebro relacionadas con la respiración están fuertemente asociadas con los síntomas duraderos, que son un efecto de la inflamación tras el COVID-19”. Además, mencionó que estos efectos van más allá de la edad y el sexo, siendo más pronunciados en aquellos que han tenido una enfermedad grave.

Rowe también indicó que las áreas del cerebro relacionadas con la salud mental están íntimamente conectadas, lo que se refleja en los altos niveles de depresión y ansiedad observados en los pacientes. En un comunicado de prensa, Rowe afirmó que estos problemas podrían conducir a malos resultados en la salud mental, debido a la estrecha conexión entre lo físico y lo mental.

Para más información sobre el COVID prolongado, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen recursos y datos relevantes.