En el vibrante ambiente de la Copper Box Arena en Londres, una pelea que prometía ser un emocionante duelo entre dos candidatos al título peso pesado inglés terminó de manera inesperada, dejando a la audiencia en mar de emociones encontradas. Jeamie TKV, también conocido como Tshikeva, logró una controvertida victoria por nocaut técnico sobre Franklin Ignatius en el sexto asalto; sin embargo, el episodio inesperado que captó la atención de los espectadores fue la velada llena de acción. La situación tomó un giro inusual cuando el árbitro Víctor Loughlin, un experimentado juez escocés que ha arbitrado innumerables combates desde 2002, intervino para detener el combate. Justo en ese instante, Ignatius, en un esfuerzo desesperado por cambiar el rumbo del combate, descargó un gancho que accidentalmente impactó la mandíbula de Loughlin. Este incidente dejó al público boquiabierto y encendió reacciones encontradas entre aquellos que estaban siguiendo el evento en vivo a través de internet.
A falta de 30 segundos para el final del asalto diez programados, Ignatius había sido arrinconado contra las cuerdas, recibiendo una serie de ganchos al cuerpo. A pesar del aparente dominio de Tshikeva, la decisión fue recibida con sorpresa y desconcierto, generando opiniones divididas sobre si el combate había terminado prematuramente. La transmisión capturó el preciso momento en que Ignatius lanzó su salvaje gancho, que pasó de largo antes de alcanzar el rostro del árbitro. Las reacciones no se hicieron esperar. La secuencia se propagó rápidamente por las redes sociales, donde un fanático exclamó: “¡Le dieron en la barbilla!”, mientras que otro bromeó diciendo que Loughlin ni se inmutó ante el golpe. En medio de la confusión, algunos afirmaron que la detención había sido prematura, mientras que otros elogiaron la actuación de Tshikeva.
Mientras aún se digería el dramático final, otras voces en las redes sociales debatían sobre el desempeño de ambos boxeadores. “Bueno, eso fue terrible. El futuro de la división pinta muy bien”, consideró uno de los comentaristas. Antes del desenlace, Tshikeva mostró una estrategia clara, intentando mantener la distancia mientras lanzaba potentes golpes. El londinense, a sus 28 años, se acercó rápidamente, haciendo uso de su mano izquierda para ganar terreno. En el quinto asalto, un desafortunado choque de cabezas resultó en un corte que le costó la pérdida de puntos, intensificando la presión en el siguiente asalto.
Con este triunfo, TKV sumó su séptima victoria en ocho peleas, consolidándose como un contendiente serio en la categoría. Por otro lado, la derrota significó el fin del invicto para Ignatius, quien ahora cuenta con seis victorias (6-1-1) y un empate en su carrera. Este triunfo ha posicionado a Tshikeva para una futura oportunidad por la corona inglesa, una ambición que se antoja más cercana tras su sólido desempeño. “Me siento bien. Como dije en entrevistas, estoy 100% feliz porque quería darle a los fanáticos algo para recordar. Obviamente esta pelea fue difícil, pero obtuvimos lo que queríamos. No pude demostrar todo lo que tenía, ya que el oponente era difícil de tratar, pero nos tocó”, reconoció Tshikeva tras imponerse a su rival.