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La reciente decisión de China de imponer aranceles a productos estadounidenses se produce como respuesta a las tarifas que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto a las exportaciones chinas. Estos nuevos aranceles, que entrarán en vigor el próximo lunes, incluyen un impuesto del 15% sobre el carbón y algas natural licuado, así como un 10% sobre el petróleo, maquinaria agrícola, camionetas y ciertos modelos de autos de lujo. Esta medida se produce en un contexto donde, desde el pasado martes, se aplican aranceles del 10% a todas las importaciones provenientes de China hacia Estados Unidos.
Contexto de la guerra comercial
El presidente Trump ha justificado estas acciones como una respuesta al dèficit comercial que existe con China y como un intento de forzar al país asiático a detener el flujo de fentanilo hacia la Unión Americana. En este sentido, el Ministerio de Comercio de China ha anunciado su intención de presentar una queja ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), argumentando que las medidas de Estados Unidos son un claro ejemplo de unilateralidad y proteccionismo comercial.
Relaciones comerciales entre Estados Unidos y China
Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China han sido tensas en el pasado. Durante el primer mandato de Trump en 2018, ambos países se involucraron en una guerra arancelaria que resultó en la imposición de nuevos impuestos sobre cientos de miles de millones de dólares en productos chinos, lo que a su vez provocó represalias por parte de Pekín. En el año anterior, las importaciones de China hacia Estados Unidos alcanzaron un total de 401.000 millones de dólares, mientras que las importaciones estadounidenses a China fueron de 131.000 millones de dólares.
Propuesta comercial de China
El diario The Wall Street Journal reportó que China está preparando una propuesta comercial con el objetivo de evitar una escalada en la guerra comercial. Esta propuesta incluiría un aumento en las compras de bienes estadounidenses por un valor de 200.000 millones de dólares en un plazo de dos años, con la intención de reducir el déficit comercial actual que favorece a China. Según fuentes citadas por el diario, China busca evitar la imposición de aranceles y restricciones tecnológicas, y estaría dispuesta a iniciar conversaciones al respecto.
Investigación a Google
En un desarrollo adicional, la Administración Estatal de Regulación del Mercado de China anunció que está llevando a cabo una investigación sobre Google por sospechas de violaciones a las leyes antimonopolio. Este anuncio se produjo poco después de que entraran en vigor los aranceles del 10% impuestos por Trump. A pesar de que los servicios de Google no están disponibles en China, la compañía mantiene una presencia comercial en el país, enfocándose en ventas e ingeniería para su negocio de publicidad, así como en servicios como Google Cloud.
Impacto de los aranceles en los consumidores y empresas
El profesor de economía de la Universidad de Minnesota, Bedassa Tadesse, ha señalado que, aunque los aranceles son presentados como una forma de castigar a otros países, en realidad son los consumidores y las empresas nacionales quienes sufren las consecuencias. Los aranceles pueden resultar en precios más altos en los supermercados y en interrupciones en la fabricación, lo que afecta a los estadounidenses. Las empresas deben decidir entre absorber los costos adicionales, lo que puede reducir sus ganancias y amenazar empleos, o trasladar esos costos a los consumidores.
Posibles represalias y efectos a largo plazo
Históricamente, durante disputas comerciales, los países afectados han respondido con aranceles sobre productos estadounidenses, lo que ha llevado a caídas significativas en las exportaciones de Estados Unidos. Durante la primera administración de Trump, China impuso aranceles a las exportaciones agrícolas estadounidenses, lo que resultó en pérdidas millonarias para los agricultores de Estados Unidos y en la necesidad de asistencia gubernamental para compensar esas pérdidas. Actualmente, China ya ha implementado nuevos aranceles a las importaciones de productos estadounidenses como represalia por las medidas de Trump.
Alternativas a los aranceles
Los expertos advierten que las amenazas constantes de aranceles pueden erosionar la confianza entre socios comerciales y llevar a los países a buscar alternativas. Históricamente, ningún país ha logrado utilizar los aranceles de manera efectiva para mejorar su economía o el bienestar de su población. Los países que dependen en gran medida de los ingresos arancelarios suelen ser aquellos con economías más débiles. Se sugiere que una política comercial más inteligente y estratégica, que fomente la negociación y la cooperación, podría ser más beneficiosa a largo plazo.