
Un equipo de investigación liderado por el doctor Julio Aguirre-Ghiso, de la Universidad de Buenos Aires, ha realizado un descubrimiento significativo en el campo de la biología del cáncer, específicamente en relación con las células tumorales que pueden permanecer en un estado de latencia y luego reactivarse, lo que puede llevar a la metástasis del cáncer de mama. Este hallazgo fue publicado en la revista especializada Cell y se basa en estudios realizados en modelos de ratón.
El fenómeno de la latencia en células tumorales
El fenómeno de la latencia en células tumorales es comparable a la hibernación que experimentan ciertos animales, como los osos y los murciélagos. En el caso de los seres humanos, las células cancerosas pueden dispersarse a otros órganos y permanecer inactivas durante un tiempo prolongado. Sin embargo, en algún momento, estas células pueden reactivarse, lo que provoca el regreso del cáncer en los pacientes.
El estudio de Aguirre-Ghiso se centra en el cáncer de mama metastásico, que es una etapa avanzada de la enfermedad en la que las células cancerosas se han diseminado a otras partes del cuerpo, como los pulmones, el hígado, el cerebro o los huesos. Esta fase es particularmente difícil de tratar, ya que las células malignas no responden de manera efectiva a las terapias convencionales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama metastásico es la principal causa de muerte entre mujeres a nivel mundial, con aproximadamente 685,000 muertes anuales atribuibles a esta enfermedad.
Investigación pionera en el estudio de células dormidas
El Centro Oncológico Integral Montefiore Einstein (MECCC), designado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, ha sido pionero en el estudio de las células cancerosas en estado de latencia desde 1999. Aguirre-Ghiso y su equipo han investigado cómo algunas células tumorales pueden permanecer inactivas en los tejidos y luego causar metástasis. En su investigación, encontraron que el sistema inmune natural puede impedir que estas células escapen y se conviertan en tumores en otras partes del organismo.
El papel de los macrófagos en la latencia celular
Los investigadores utilizaron modelos de ratón metastásico para determinar el papel de las células inmunitarias, específicamente los macrófagos, en el mantenimiento de la latencia de las células tumorales. Los macrófagos son células que generalmente defienden el organismo de bacterias y sustancias peligrosas. Aguirre-Ghiso explicó que estos macrófagos aparecen en las primeras fases del desarrollo embrionario y residen en los tejidos pulmonares.
El estudio identificó una nueva función de los macrófagos, que pueden reconocer las células tumorales en el pulmón e interactuar activamente con ellas. Estos macrófagos secretan una proteína llamada TGF-β2, que produce señales que llegan a las células cancerosas, ayudando a mantenerlas en un estado latente. Aguirre-Ghiso afirmó: “Nuestro trabajo demuestra por primera vez que estos macrófagos especializados pueden inducir la latencia”.
Implicaciones para el tratamiento del cáncer
Los investigadores descubrieron que si se eliminaban los macrófagos en los ratones, el número de células tumorales que se activaban aumentaba en comparación con los niveles normales de macrófagos. En los casos en que las células tumorales despertaban, se observaba un estado inflamatorio, y también se reclutaban células inmunitarias inflamatorias, como los neutrófilos y las células T reguladoras (T-regs). Aguirre-Ghiso precisó que a medida que las células tumorales se vuelven agresivas, se tornan resistentes a las terapias, lo que permite su reactivación y formación de metástasis.
Este descubrimiento sugiere que el papel de los macrófagos en el mantenimiento de las células tumorales dormidas podría conducir al desarrollo de nuevas terapias anti-metastásicas. Además, no se descarta la posibilidad de desarrollar pruebas para la detección temprana de células cancerosas diseminadas que se hayan despertado.
La doctora Valeria Cáceres, médica oncóloga y jefa del departamento de oncología clínica del Ángel H. Roffo, comentó sobre la relevancia de esta línea de investigación, aunque aclaró que aún no se han desarrollado tratamientos específicos relacionados con estos hallazgos. La especialista mencionó que se están explorando enfoques que combinan inmunoterapia con anticuerpos, buscando potenciar la respuesta inmunológica del organismo humano contra el cáncer, con la esperanza de que estas aprobaciones lleguen en los próximos años y demuestren su eficacia y seguridad en ensayos clínicos.