
Glamoroso e íntimo, estos términos podrían definir esta ambiciosa Gira Acústica que están realizando Los Bunkers en nuestro país, y que este viernes 21 de febrero llegó con la primera de sus tres presentaciones en el Teatro del Lago de Frutillar. Los penquistas trajeron su rock literalmente al Lago Llanquihue, en lo que, a gusto personal, tal vez sea el escenario más bello de este tour. Una muestra más de que el grupo chileno ya viene de vuelta, un número probado, con canciones que son parte del inconsciente colectivo, seas o no fan de ellos. Esta vez volvían a la Región de Los Lagos tras pasar por Puerto Montt en enero del 2024 en el marco de su Tour Ven Aquí, que significó el reencuentro con su público tras su reunión. Ese mismo año no se quedaron dormidos en los laureles y, tras aplaudidas presentaciones en lugares tan importantes como el Estadio Nacional, REC y el Festival de Viña del Mar, saldaron una deuda con el lanzamiento de su disco unplugged. Esta gira contempla 14 ciudades, con 65 shows en dos países: Chile y México.
A medida que se acercaba la hora del recital, los asistentes comenzaban a llegar, muchos de ciudades cercanas como Puerto Montt, Puerto Varas y Llanquihue, algo que se evidenció notablemente en la salida del espectáculo, con una larga fila para ingresar a la Ruta 5. El inicio estuvo marcado por “Charagua”, insigne tema popularizado por Inti Illimani y compuesto por el fallecido Víctor Jara, que sonaba para apaciguar la espera. A las 20:07, vestidos de manera elegante y con un toque vintage, los hermanos López, Durán y su aplaudida fichaje Cancamusa llegaban a la tarima. “No me hables de sufrir”, “Yo sembré mis penas de amor en tu jardín” y “Las cosas que cambié y dejé por ti” abrieron los fuegos en un formato que no se alejaba para nada de la esencia de su obra, pues los devolvía a sus orígenes, cuando eran jóvenes en Concepción tocando guitarra de palo. En esta ocasión, el quinteto venía reforzado con Martín Benavidez, Carmen Ruiz, Gregorio Madinagoitia, Sergio Ramírez, Víctor Contreras y el Cuarteto Austral, quienes no fueron un mero agregado, sino que engrosaron la propuesta de Los Bunkers.
Con una premisa que se sentía orientada al sonido orgánico y de antaño, las canciones pasaron por retoques de folclor andino, rock acústico, blues, música docta y hasta cumbia. Un repaso por varias partes de su cancionero, incluso con tracks que no están en el LP estrenado a fines del año pasado. Además, interpretaron covers de Wings, Blondie y Emmanuel. La estética retro se reforzaba con un juego de luces de carácter teatral y un fondo de arpilleras que marcaba el escenario. Incluso, hasta unos candelabros formaron parte del decorado en el ecuador de la cita, en una escenografía similar a la vista en su MTV Unplugged. Hubo espacio para todo: intimismo, cánticos masivos, saltos, baile y dramatismo, como en la excelsa versión de “Llueve sobre la ciudad”, en compañía del mencionado Cuarteto Austral. La agrupación compuesta por Javaxa Flores, Makarena Mendoza, Priscilla Valenzuela y Valentina del Canto también puso su esencia en “El hombre es un continente”, “Si estás pensando mal de mí” y “Quién fuera”. El público más entusiasta fueron los niños, que lanzaron varios gritos para sus ídolos, seguramente herederos del gusto musical de sus mayores. El ambiente era bastante familiar en el recinto de Avenida Philippi. Los músicos, que bromearon sobre su joven fanaticada, agradecieron el apoyo y hasta les dedicaron “Sur”.
Ya llegando al final, los rockeros pidieron un poco más de desorden, llamando a levantarse de las butacas. Y cómo no, si en ese momento lanzaron sus hits más radiales: “La velocidad de la luz” y “Una nube cuelga sobre mí”, esta última despertando al respetuoso público presente. Con “Nada nuevo bajo el sol” y “Miño”, los fans fueron los cómplices perfectos para entonar estos memorables éxitos. Fue tal el nivel de energía que hasta retumbó el teatro y sus maderas. Tras eso se retirarían, pero la regla obligaba a un bis, pues los “Olé, olé, Bunkers” no se detuvieron. Para cerrar, llegó la cumbiera “Ven aquí” y la energética “Bailando solo”, que desató los mejores pasos. Obviamente, Álvaro López desplegó su talento en este campo, sacando los prohibidos en varios pasajes, mostrando sus dotes de frontman. Luego, siguieron con “Heart of Glass”, donde Álvaro y la mexicana Carmen Ruiz interpretaron en formato dueto, con los asistentes ya completamente desordenados y agolpados en las cercanías del escenario. La despedida fue larga. Los integrantes se tomaron el tiempo de saludar y firmar autógrafos, mientras los aplausos eran perpetuos tras un encuentro que incluyó 25 canciones y superó las dos horas de duración. Con esto, Los Bunkers demuestran una vez más que siguen alimentando su estatus de leyenda del rock nacional. La última gran banda masiva de este estilo en Chile sigue refrescando su propuesta con este formato, en un espectáculo recomendable, seas o no fan. Un plus, por supuesto, fue la magia de haberlo realizado en “el teatro más lindo de Chile”, como enfatizó la misma agrupación. La fiesta continúa este sábado y domingo, con lleno total.