
El precio del bitcoin, la criptomoneda de mayor capitalización mundial, experimentó una caída este domingo, descendiendo por debajo de los USD 79.000, lo que representa un retroceso cercano al 5% en la jornada. Este descenso es aún más significativo al compararlo con el pico de USD 106.000 alcanzado el 17 de diciembre del año pasado, en medio de la euforia pro-cripto generada por las primeras decisiones del gobierno de Donald Trump. Por su parte, el ether, la segunda criptomoneda por capitalización, también sufrió una caída de casi 13%, situándose en USD 1.600, lo que completa un panorama de inquietud sobre el rumbo de las valuaciones cripto tras el anuncio de “aranceles recíprocos” realizado el miércoles pasado por el jefe de la Casa Blanca, lo que generó una fuerte caída en las bolsas mundiales y en los precios de las materias primas.
La situación se complicó aún más con la imposición de aranceles “retaliatorios” del 34% para los bienes importados desde EEUU, lo que ha empeorado el clima económico. De hecho, el pasado viernes, el bitcoin cerró en USD 82.000. Es importante tener en cuenta que, aunque existen más de 10.000 criptomonedas diferentes, el ether representa aproximadamente el 70% del mercado mundial, es decir, el valor de todas las criptomonedas en circulación. La USDT, conocida como la “stablecoin” Tether, se mantenía en torno a 0,99 dólares, lo que refleja su naturaleza “estable”, ya que está vinculada a la divisa norteamericana y respaldada por reservas de dólares o activos valorados.
Durante la semana, se observaron algunas señales de que las criptomonedas podrían “desacoplarse” de los índices de Wall Street, manteniéndose relativamente estables mientras el S&P 500 caía un 9% tras los anuncios arancelarios. Mike Alfred, fundador del fondo de inversión Alpine Fox, comentó en un posteo que el aumento del oro, que llegó a superar los 3.100 dólares por onza, era un signo favorable, ya que en ciclos previos había escalado en momentos similares. Sin embargo, tras las decisiones de Trump, el oro tampoco resistió, cediendo un 1,9% en su cotización al final de la semana.
El analista financiero Jim Cramer, conocido por su trabajo en CNBC, hizo una dura advertencia, sugiriendo que las decisiones actuales podrían desencadenar un colapso bursátil similar al Lunes Negro del 19 de octubre de 1987, cuando el índice Dow Jones cayó un 22,6%. Cramer señaló que si no se premia a los países y empresas que “cumplen las reglas”, un escenario de este tipo podría volverse probable, incluso antes del lunes. Hasta ahora, las reacciones en los mercados incluyeron una caída de 3.900 puntos en el Dow Jones, 5,8% en el Nasdaq y 6% en el S&P 500, lo que representa el peor desempeño en 48 horas desde el inicio de la pandemia.
Entre los factores atenuantes, se citó la fortaleza del reciente reporte de empleo, que podría evitar una recesión a pesar del desplome bursátil. Los mercados futuros abrirán a las 22 GMT del domingo, lo que dará una indicación de cómo será la sesión del lunes. Los primeros movimientos indicaban una baja del 4,5% en el Nasdaq 100, que incluye acciones tecnológicas. Mark Malek, director de inversiones en Siebert Financial, afirmó que “el alcista está muerto” y que aunque podrían verse ganancias en los próximos días, estas no serían sostenibles.
En programas de finanzas, los asesores económicos intentaron presentar la situación como un reposicionamiento inteligente. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, en el programa “Meet the Press” de NBC News, afirmó que no hay “ninguna razón” para anticipar una recesión. En cuanto a las criptomonedas, Bessent advirtió contra MicroStrategy, una “ballena” cripto, término que se refiere a los tenedores de grandes volúmenes de criptomonedas. Un artículo en el portal Binance reportó que una “ballena” había realizado un retiro equivalente a 24,3 millones de Solana, la séptima criptomoneda por capitalización, asumiendo una pérdida de 678.000, un movimiento que se presume defensivo ante la posibilidad de una corrección a la baja.
En Argentina, el canal de transmisión permanente de expectativas sobre el “dólar cripto” trepó a $1.340 el viernes y a $1.350 a las 20 horas del domingo. El nerviosismo acerca de los efectos de las medidas norteamericanas y la respuesta de China también puede ser anunciada por la Unión Europea, lo que impregna un sentimiento negativo en un contexto de alta volatilidad. El índice de volatilidad VIX cerró en un nivel alto, similar al de 2020, en la etapa inicial de la pandemia de Covid.
No obstante, algunos observadores creen que la situación actual podría contribuir a que las criptomonedas se diferencien y consoliden como un activo de reserva, lo que impulsaría su cotización. El bitcoin tuvo un año espectacular en 2024, cuando aumentó un 130% en un momento estelar, coincidiendo con la victoria electoral de un gobierno que emitió señales claras a favor de las criptomonedas, en contraposición al espíritu de regulación más estricta del gobierno de Joseph Biden.
La Reserva Estratégica de stablecoins anunció la creación de una “reserva estratégica” a partir de bitcoins y otras criptomonedas recuperadas de investigaciones criminales, lo que requerirá además la compra de importantes volúmenes por parte de la Fed (Banco Central) o alguna otra entidad federal de EEUU. Sin embargo, sin anticipos del presidente en materia arancelaria, la inestabilidad ha golpeado al dólar, al petróleo y a las criptomonedas. En el caso de ethereum, la situación es aún más grave, con una caída del 50% en los últimos doce meses, lo que es superior a la de la moneda en pesos argentinos guardada en un cajón, que se ha desvalorizado considerablemente. En cualquier caso, la visión sobre estas monedas “estables” atadas al dólar es que estas medidas contribuirían a reafirmar y expandir el poder del dólar en el ámbito mundial. La iniciativa promovida, presentada en febrero por los senadores republicanos Bill Hagerty (ex embajador en Japón durante el primer mandato de Trump) y Tim (un legislador afroamericano del antiguo Senado, también republicano), es conocida como el GENIUS Act (por Guiding & Establishing National Innovation for US Stablecoins) y da a los estados subnacionales la capacidad de regular segmentos inferiores (y capitalizaciones mayores), ordenando un respaldo uno-a-uno (convertibilidad digital) y prohibiendo las criptomonedas algorítmicas, con el objetivo de “asegurar la dominancia del dólar” a nivel mundial.