Barry Melancon advierte sobre el futuro de la contabilidad y los estándares profesionales

El experto en contabilidad advierte: ¡no sacrifiquemos nuestros estándares!
El experto en contabilidad advierte: ¡no sacrifiquemos nuestros estándares!

Barry Melancon, conocido como “el hombre más importante en contabilidad” debido a su liderazgo durante 30 años en el Instituto Americano de Contadores Públicos Certificados (AICPA), ha emitido una advertencia contundente a sus sucesores sobre la importancia de mantener los estándares de la profesión. Melancon, quien recientemente se jubiló como el CEO con más años de servicio en el AICPA, ha supervisado una profesión que ha experimentado transformaciones significativas impulsadas por la tecnología y la inversión de capital privado, pero que actualmente enfrenta una crisis en la contratación de nuevos profesionales.

La disminución en el número de candidatos para el examen de CPA, que es esencial para la certificación de contadores públicos, ha sido notable. Esto se debe en parte a que los jóvenes profesionales están siendo atraídos por salarios más altos y requisitos de ingreso más bajos en campos como las finanzas y la tecnología. Como resultado, las firmas de contabilidad han solicitado reformas que faciliten y abaraten el proceso de calificación. En una entrevista extensa con el Financial Times, Melancon expresó su escepticismo respecto a algunas de las propuestas de las empresas, advirtiendo que una carrera hacia el “mínimo común denominador” podría perjudicar a la profesión. “Somos una profesión muy confiable y vivimos en un mundo que no tiene muchos criterios sobre la confianza”, afirmó. Además, enfatizó la necesidad de mantener el respeto que la profesión ha ganado ante el público, la comunidad empresarial y los reguladores.

La escasez de contadores ha llevado a algunas empresas a atribuir errores en sus estados financieros a la falta de profesionales calificados. Asimismo, gobiernos locales y empresas en Estados Unidos han manifestado dificultades para encontrar auditores competentes. En respuesta a la presión de la profesión, el AICPA propuso en septiembre eliminar la regla de las 150 horas, que exige a los contadores tener el equivalente a cinco años de educación universitaria, un año más que las 120 horas requeridas para obtener un título universitario. Melancon expresó sus dudas sobre la necesidad de este cambio, argumentando que “la regla de las 150 horas elevó nuestra profesión, que en la década de 1970 se orientaba más como un oficio que como una profesión”. Según él, esta regla ha mejorado la calidad y el prestigio de la profesión, y negarlo sería ignorar la historia.

Melancon, quien se convirtió en el director más joven del AICPA a los 37 años en 1995, ha sido un defensor de la modernización de la profesión. Fue pionero en la informatización del examen de CPA y en la expansión de la calificación a nivel internacional. También promovió la creación de sistemas de auditoría y tecnologías compartidas entre empresas. La revista Accounting Today lo ha reconocido repetidamente como la persona más influyente en el ámbito contable.

Un nuevo punto de discusión se centra en la capacitación en el trabajo que el AICPA ha diseñado como alternativa al quinto año de educación universitaria para los aspirantes a CPA. Según el Financial Times, el grupo que representa a las grandes firmas de contabilidad ha solicitado un sistema más sencillo que el propuesto, que requeriría que los supervisores certifiquen que los nuevos empleados han adquirido una serie de habilidades o “competencias” específicas. Los críticos del plan argumentan que es demasiado complejo, costoso y subjetivo. Sin embargo, Melancon defendió la importancia de asegurar que los nuevos contadores posean competencias específicas para evitar un “problema del mínimo común denominador” que podría dañar la reputación de la profesión. “Las empresas no toman a la ligera sus inversiones en las personas que contratan, por lo que realmente no debería ser un gran cambio para la gran mayoría de las empresas”, comentó.

Los cambios propuestos se producen en un contexto laboral que está evolucionando rápidamente, donde hay menos necesidad de empleados jóvenes realizando tareas repetitivas y más oportunidades para que los contadores apliquen su visión comercial y financiera en beneficio de los clientes. Melancon predijo que “se reducirán los puestos de nivel inicial en nuestra profesión” debido a la influencia de la tecnología, y que la estructura tradicional de las firmas de contadores públicos no será la forma predominante en el futuro. “Tenemos que desarrollar inversiones en la mejora de las competencias que lleven más rápidamente a las personas a esa parte intermedia de la empresa o la función financiera, donde la profesión es tan valiosa”, agregó.

La llegada del capital privado también está transformando la profesión, ya que ha adquirido un tercio de las 30 empresas más grandes de contabilidad en Estados Unidos desde 2022. Estos acuerdos no solo prometen financiar inversiones en tecnología, sino que también ofrecen beneficios inesperados para los socios más antiguos y capital para incentivar a los más jóvenes. Sin embargo, los reguladores han expresado preocupaciones sobre cómo la propiedad de capital privado podría comprometer la objetividad del trabajo de auditoría y cómo la presión por maximizar las ganancias podría llevar a una disminución de los estándares. Melancon comentó que no cree que la estructura de asociación tradicional sea la única forma viable para la profesión, y aunque apreció la experimentación, advirtió que “cualquiera que piense que (los acuerdos de capital privado) van a ser matrimonios hechos en el cielo no está en lo cierto”.

Finalmente, Melancon predijo que las empresas de contabilidad probablemente buscarán inversores que puedan mantenerlas a largo plazo en lugar de simplemente invertir en ellas. Para concluir su carrera, Melancon compartió una cita que ha tenido en su oficina durante décadas: “El cambio nunca será tan lento como lo es hoy”.