El Banco Mundial ha presentado su informe titulado “Perspectivas económicas mundiales”, en el cual se prevé un crecimiento del PBI de Argentina del 5% para el año en curso y del 4,7% para el año 2026, tras haber experimentado una caída del -2,8% en el año anterior. En el capítulo dedicado a América Latina, el reporte resalta la confianza del sector privado en hacer negocios en Argentina. Después de dos años de recesión, la recuperación de la economía argentina se espera que tenga como impulsores principales a la agricultura, la energía y la minería, respaldadas por una estabilidad macroeconómica y una legislación recientemente promulgada que favorece a las empresas.
Proyecciones del Banco Mundial
El informe también menciona que se espera que el gobierno mantenga una política fiscal estricta para apoyar un progreso sostenido en la reducción de la inflación y defender la credibilidad del marco político actual. Para la región de América Latina, se prevé un crecimiento del 2,5% en 2025 y del 2,6% en 2026, impulsado principalmente por la recuperación tras la contracción económica. Sin embargo, se anticipa que otras economías de la región, como Brasil y México, se desacelerarán como consecuencia de la debilidad en el consumo y la inversión, con una mejora leve esperada recién para 2026.
Índice empresarial y clima de negocios
Un aspecto notable del informe es la evolución del índice empresarial en cinco países, que analiza la predisposición y el optimismo en los negocios. A lo largo de 2024, este índice muestra movimientos estables, aunque con un tinte negativo en el caso de Chile y un movimiento irregular en Colombia. Argentina comenzó con un nivel extremadamente alto en noviembre de 2023, en medio del proceso electoral que llevó a Javier Milei a la presidencia. Sin embargo, el apoyo a su gestión cayó abruptamente en los primeros meses, aunque a partir de septiembre se volvió a elevar, alcanzando una mejor puntuación en comparación con otros países.
El informe incluye factores que permitirán que se produzca esta recuperación, tales como “a medida que se normalicen las tasas de interés y baje la inflación”. Según las proyecciones, “los precios de los productos básicos respaldarán las exportaciones, aunque una tenue demanda de China podría limitar la demanda de estos productos básicos”.
Comercio exterior y desafíos económicos
El comercio exterior argentino ha mostrado un superávit comercial significativo en la segunda mitad del año, a pesar de que la mayoría de los países han tenido déficits comerciales. Este superávit se ha reflejado en una marcada disminución de las importaciones, debido a la sustancial depreciación de la moneda. El rebote exportador se ha visto impulsado por “mejoras significativas” en los sectores de agricultura, minería y energía, así como por la lucha contra la inflación. Aunque la inflación ha disminuido significativamente, se mantuvo por encima del 100% al final del año, en parte como resultado de los fuertes ajustes de la moneda.
El informe también señala que los países emergentes podrían enfrentar graves dificultades en los próximos años. La incertidumbre mundial relacionada con políticas podría socavar la inversión y los flujos de financiamiento, mientras que el aumento de las tensiones comerciales podría reducir el crecimiento mundial. Sin embargo, también se espera que algunos países obtengan mejores resultados, especialmente si los motores de la economía mundial, como Estados Unidos y China, logran ganar impulso. La adopción de medidas de estímulo adicionales podría impulsar la demanda, y en Estados Unidos, un sólido gasto de los hogares podría dar lugar a un mayor crecimiento del desarrollo.
El informe concluye que es fundamental “transformar desafíos en oportunidades”, y que los países deben “abordar las necesidades de infraestructura, acelerar la transición climática y mejorar el capital humano” para poder mejorar sus perspectivas y, al mismo tiempo, ayudar a alcanzar los objetivos climáticos de desarrollo.