La reciente baja parcial y temporal en las retenciones a la exportación del campo, anunciada por el gobierno, ha generado expectativas en la industria automotriz argentina, que espera una medida similar en los próximos meses para sus productos manufacturados. En 2024, se exportaron 224.757 unidades de automóviles, lo que representa el 71% de las exportaciones totales del sector, siendo Brasil el principal mercado.
Los ejecutivos de las terminales automotrices han enfatizado la necesidad de reducir la carga impositiva tanto para la fabricación como para la venta de automóviles en Argentina. Esta carga impositiva impacta directamente en el costo final de los vehículos, lo que a su vez afecta el precio para los consumidores locales, quienes enfrentan altos costos al importar vehículos.
En el contexto actual, la industria automotriz argentina se enfrenta a un esquema industrial que exporta aproximadamente la mitad de su producción anual. Los fabricantes están especialmente preocupados por los impuestos que afectan su competitividad frente a competidores de otros países, lo que pone en riesgo la continuidad de los mercados actuales y la posibilidad de ampliar su lista de exportaciones.
Durante el año 2023, Argentina exportó un total de 314.735 unidades, de las cuales el 71,6% se dirigieron a América Central, Perú, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay. Este total representó el 62,1% de la producción de las plantas nacionales, lo que implica un aumento de casi 10 puntos porcentuales en comparación con 2023, cuando se alcanzó un 53,3%.
Sin embargo, la situación se complica debido a la estacionalidad de la época de cosecha, que afecta la recepción de dólares en el sector, así como la devaluación de la moneda brasileña, que tiene un impacto directo en las exportaciones argentinas. Aunque el porcentaje de importaciones en 2023 fue del 2%, este fue considerablemente menor en comparación con años anteriores. En 2024, el 62% de los vehículos importados provenían de Brasil, cifra que ha disminuido al 48%. Este cambio se debe, en parte, al crecimiento de las marcas chinas, que han pasado de representar el 12% al 26% del mercado en un año.
El presidente de Toyota, Gustavo Salinas, comentó en una entrevista que “va a ser muy difícil” vender automóviles en el contexto actual, ya que las marcas chinas están adaptándose a la situación y compitiendo en el mercado. Salinas destacó que “hay que adaptarse” y que la eficiencia se ha vuelto crucial en un entorno inflacionario.
Por su parte, Pablo Sibilla, de Renault, coincidió en la necesidad de una reducción de impuestos, señalando que en México los impuestos son del 11% y en algunos casos del 0%. Este es un desafío que la industria automotriz argentina debe enfrentar.
A través de un trabajo conjunto, se ha logrado un incremento del 25% en la producción actual, gracias a diversas medidas que han incrementado la fabricación de automóviles. Estas medidas incluyen la liberación irrestricta de importaciones, la creación de bonos Bopreal como herramienta para cancelar deudas acumuladas con proveedores del exterior, y la renovación de exenciones incrementales.
La expectativa para 2025 es continuar reduciendo las retenciones en al menos 5 puntos porcentuales, lo que se ha convertido en una prioridad en la agenda de exportación. Actualmente, a través de un esquema conocido como incrementales, se renuevan todos los años, y se paga un 2,5% sobre las primeras 137.000 unidades exportadas. Una vez superada esta cifra, el resto de las exportaciones están sujetas a retenciones. De las 177.000 unidades exportadas, se pagaron retenciones, aunque no todas alcanzaron el umbral requerido entre enero y junio.