El 2 de octubre de 2020, la vida de Alyssa Burkett, una joven madre de 24 años, llegó a un final brutal y sin sentido. Eran las 9 de la mañana cuando estacionó su automóvil frente a la oficina donde trabajaba como gerente asistente de propiedades en Carrollton, Texas. Apenas había salido de su coche cuando Andrew Beard, su exnovio y padre de su hija, se acercó. Vestido con un disfraz que incluía maquillaje oscuro en el rostro, disparó a través de la ventana del vehículo. La bala destrozó su ojo izquierdo y parte de su rostro. Sin embargo, Alyssa, aferrándose a la vida, logró salir tambaleándose e intentó buscar ayuda. Su mano ensangrentada dejó huellas en la oficina. Beard no se detuvo; al verla aún con vida, regresó, esta vez blandiendo un cuchillo, y la apuñaló 13 veces hasta que su cuerpo quedó inmóvil, de acuerdo con la recreación de los hechos realizada por las autoridades.
El horror de aquel día no fue un hecho aislado, sino el trágico desenlace de una escalada de violencia que había comenzado mucho antes. Alyssa y Beard, quienes habían tenido una relación breve, mantenían una amarga disputa por la custodia de su hija, Willow Ann, que solo tenía un año. Según amigos y familiares, Beard ejerció un constante acoso contra Alyssa, utilizando tácticas de intimidación para ganar ventaja en la corte. “Ella vivía con miedo“, dijo su madre, Teresa Collard, en una entrevista con CBS. “Andrew siempre sabía dónde estaba, la vigilaba constantemente“.
La novia de Beard planeó el asesinato de su expareja, actuando sola. La investigación reveló que su prometida, Holly Elkins, apoyó el plan y lo orquestó. Motivada por el deseo de formar una familia perfecta junto a Willow, alimentó un odio visceral hacia Alyssa, a quien llamaba con insultos despectivos en mensajes de texto. El plan comenzó meses antes del asesinato: plantaron drogas y un arma en el auto de Alyssa para incriminarla ante la policía, y colocaron un rastreador GPS para seguir cada uno de sus movimientos. Incluso, Elkins se autolesionó para fingir que había sido atacada, un intento fallido para socavar la reputación de Alyssa.
Cuando estos esfuerzos no lograron apartar a la pareja, decidieron llevar a cabo el acto final. Beard fue manipulado para comprar un vehículo negro específicamente para el crimen y adquirió un disfraz para hacerse pasar por un hombre afroamericano, buscando desviar las sospechas. En declaraciones posteriores, Elkins aprobó y alentó a Beard a ejecutar el plan con frialdad. Las autoridades descubrieron rastros que desentrañaron una red de conspiraciones. En la casa de Beard y Elkins encontraron maquillaje, cargadores, baterías y notas incriminatorias que detallaban el montaje de pruebas falsas contra Alyssa. En el asesinato, los detectives hallaron una barba postiza y manchas de sangre que coincidían con el ADN de la víctima. Todo apuntaba a que Beard fue arrestado y finalmente confesó el crimen, describiéndolo con detalles escalofriantes. Para justificar su acto, volvió a apuñalar a Alyssa para “liberarla del dolor“, según los interrogatorios recogidos por CBS.
En 2022, Beard fue condenado a 43 años de prisión federal tras declararse culpable de ciberacoso, resultado de la muerte de Alyssa. Sin embargo, la trama no terminó ahí. En 2024, enfrentó un juicio que culminó en la condena a dos cadenas perpetuas. La fiscalía fue clara en su papel dominante, describiéndola como “la mente maestra” detrás de la tragedia. Teresa Collard intenta superar la pérdida de su hija, un vacío irremplazable que ha tenido un profundo impacto en su vida. Ahora, Willow vive bajo el cuidado de su abuela, Teresa. Durante una visita al cementerio, todavía demasiado pequeña para entender la magnitud de lo ocurrido, señaló la lápida y pronunció el nombre de su madre. En entrevistas, Teresa afirma que se esfuerza por mantener viva la memoria de Alyssa y permitir que los oscuros eventos no empañen el futuro de su nieta. “Espero que conozca toda la historia, que no deje que la destruya“, dijo su hermana, Madison Grimes. Mientras tanto, el caso resuena como un recordatorio de los peligros del acoso doméstico. La historia ha sido recogida por programas como “48 Hours” de la cadena de televisión estadounidense. Para la familia, más allá de la exposición mediática, la verdadera lucha está en reconstruir sus vidas y garantizar que Willow crezca rodeada de amor y recuerdos positivos de la mujer que perdió demasiado pronto.