
Es un hecho que Estados Unidos y China son desde hace años las mayores potencias económicas y políticas. Pero, en cuanto a influencia cultural, ha sido Corea del Sur el país que se ha posicionado fuertemente en el imaginario chileno y occidental en general.
Ya sea por las películas que pueden verse en distintos servicios de streaming, o por las bandas de K-pop que muchos siguen por redes sociales, la cultura coreana se ha abierto paso.
Entrevistado por BOLD Mind, Daniel Cuche -ingeniero chileno de Hyundai que vive en Corea del Sur hace 11 años- profundizó en la visión de ese país como un “referente de futuro”.

“Yo llegué a Corea a inicios del 2010 y de partida el ambiente futurístico era incomparable”, parte contando Cuche.
“Desde pantallas gigantes por todos lados y paneles touch del tamaño de una persona en todas las estaciones de metro, con un sistema de navegación interactivo para saber qué metro tomar”, agrega.
La tecnología que lo impactó de entrada. Pero había mucho más: “Viviendo más de 10 años en Seúl, creo que nunca he tenido una llave. Las cerraduras siempre han sido con clave electrónica, con un tag o incluso con huella”.
A lo anterior se suman otros detalles, como que casi no hay lugares cerrados sin losa radiante o algún sistema para calentar el piso. Éste lujo obedece a la costumbre ancestral de quitarse los zapatos antes de entrar a una casa, sala o habitación.

Y así como hay prácticas culturales tradicionales que también se sirven de la tecnología, hay otras más novedosas que no tienen relación con ésta.
“Yo diría que lo más particular de la rutina en Seúl es la vida en los cafés. Porque aquí, aunque haya Starbucks en cada esquina como en muchos otros países, son una fracción pequeña del mercado. Todos los días se va al café en algún momento. En la mañana o luego de almorzar, se va para estudiar, o para juntarse con amigos, todos los días”, cuenta Daniel.
Y complementa: “De hecho, siempre que uno va a un café puede ver muchas mesas con mochilas o notebooks ahí tirados solos, de gente que está guardando su puesto. Muchos abren las 24 horas y tienen hasta 5 pisos”.
Corea del Sur, uno de los países más seguros
La tranquilidad con la que se puede caminar por las calles de Corea del Sur es otra característica distintiva. Es común que ese país aparezca en los primeros lugares de los rankings de seguridad a nivel mundial. Y en los últimos cuando se trata de tasas de delincuencia.
Sin embargo, al menos en las noticias que vemos a este lado del mundo, pareciera que Corea del Norte es una amenaza constante. Daniel lo niega.
“Aquí la mayoría de los mapas no están ni divididos. La península de Corea es y ha sido siempre la península de Corea, y en muchos colegios siguen enseñando Corea como todo Corea. Que el norte esté dividido y no se pueda entrar se sabe que es algo temporal, por razones obvias, pero muchísima gente tiene familia en el norte”, comienza explicando.
“Y sobre el miedo, pues creo que en los 90s se hacían ensayos como ‘Operación Deyse’, pero en versión ‘caen bombas’ en vez de ‘terremoto’. Pero desde que yo vine, en todas las múltiples instancias en que en las noticias internacionales han dicho que en Corea estalló la guerra, aquí nadie ha dado bola”, concluye al respecto.

Un país en constante evolución
Con la perspectiva que le da más de una década de experiencia, Daniel Cuche resume a Corea del Sur como un lugar que está siempre evolucionando.
“Diría que lo más sorprendente de Corea es su constante cambio. Y la velocidad a la que avanzan, tanto en términos tecnológicos como culturales. Aquí ya llevo más de 1 año usando 5G, es el primer país con mayor adopción. Las micros eléctricas también llevan mucho tiempo, pero no solo eso, también hay calles que recargan las baterías de las micros inalámbricamente”, dice.
Y cierra: “Los coreanos no pierden tiempo al momento de avanzar. De partida, tienen que pensar que en 1953, al final de la guerra de Corea, este era un país mucho más pobre que Latinoamérica. Y bueno, ahora es uno de los más ricos del mundo”.
(Fotos de Wesley Chang)